viernes, 8 de febrero de 2013

War

En ese concierto (Esquire All Stars, 1944) el contrabajista Oscar Pettiford contaba con 21 años. A su lado, Billie.

Querida Ma. Hoy he tocado con Louis Armstrong. Y con Billie Holiday. Y con Benny Goodman. Coleman Hawkins me los ha presentado. Son como nos los imaginábamos en casa. Habremos estado solamente, cuánto, media hora lo más antes de empezar el concierto. Hablando casi todo el rato. Pero te aseguro que ha merecido la pena. Nos han dicho antes de empezar que dijéramos unas palabras sobre la guerra. No te imaginas. Allá por casa no hacemos estas cosas. Yo por lo menos no las he visto. Ni tú ni papá. Bueno, a quien hablaban era a Louis, a Billie, a Benny Goodman. Bonos de guerra se llama. Teníamos que dejar claro que la gente tenía que comprar war bonds (Louis Armstrong ha hecho una broma a propósito: “no Ward Bond, but war bond!”). De hecho, creo que al concierto sólo se entraba si se compraban bonos de guerra. Bueno, el caso es que hemos empezado y sabes qué, ¡yo era el único contrabajista de la noche! ¿Sabes que me han hecho varias propuestas? Ojalá lo hubiera hecho Billie Holiday. Esa mujer tiene algo.

El concierto ha sido fabuloso. No sé cuántas veces habremos puesto esos temas en el gramófono de casa. ¡Estaban todos! Te mando una foto. Sí, esa cara de tonto se te queda cuando te toca al lado de Billie Holiday. Y díselo a papá, es más guapa de lo que parece en las fotografías. ¿Las banderas? Ésas son unas pocas. Todo, y cuando digo todo es todo, todo el auditorio estaba inundado de barras y estrellas. También estaban las de los países aliados. Hasta la china, ma. ¿Sabes?, una de las chicas de guardarropía me ha contado un chiste buenísimo. Hablando un poco de la vida y tal, va y me dice: “¿sabes qué mujer me gustaría ser? La viuda de Hitler”. Todo es muy patriótico, ma. Es distinto de allá en el Sur. Cuando le he dicho a la chica que éramos de Okmulgee y que éramos de la tribu de los Choctaw me ha mirado raro. Coño, no sabía que había hermanos indios. Creo que le he gustado un poco. Dice que algunas noches se va de voluntaria a un sitio que se llama Stage Door Canteen. Es un sitio, me dijo, donde van soldados y marines de permiso a bailar y tomar una copa. For free. El orden a veces varía, ven a las chicas voluntarias y directamente se olvidan de la copa. Ella dice que también van chicos negros. De Oklahoma, dice, y que les llaman así, por el lugar de procedencia. No hay Pauls ni Mikes ni Jonhnys. Sólo Californias y Dakotas. Y lo mejor de todo, te atienden estrellas de Hollywood. O sea, ma, que de buenas a primeras te puede servir una copa nada menos que Katharine Hepburn. ¿Imaginas a papá? Es para pensarse el ir a darse una vuelta por allí; nos han dicho además que suelen invitar a tocar a bandas de jazz. Me he quedado con un “Allí te espero”, me ha guiñado el ojo y me he ido a tocar.

Ma, guarda la foto bien. Pronto iré a veros. no os preocupéis por mí. Os quiere Oscar.

2 comentarios:

ZoePé dijo...

Querido sobrino, mi hermana me ha enseñado tu foto. Y no he podido hacer menos que ponerme verde de la envidia.
Bien sabes que eso de la guerra no se me da bien, pero la música, oh la música sí!
Esperamos que vuelvas para que nos cuentes todo, pero todo eh??!!
Te mando un beso.
Tu tía.

josé miguel dijo...

Nueva York y sus noches dan mucho de sí. No dudes que seguiré contándoos cosas.

Un beso, tía.