miércoles, 29 de febrero de 2012

Cómo ser John Coltrane

John Coltrane por Herb Snitzer

Tener que hablar de John Coltrane y tener que llamarle cosas como que es un dios que se apropió del alma del jazz. Tener que decir que ese Coltrane que apenas lo escuchas te arrebata todo, el alma y los sentidos, ese Dios impenitente que se inventa mandamientos (algo similar, si no lo mismo, te pasa con Thelonious Monk, y es que por algo se sienta a su derecha. Y a su izquierda, recordémoslo, se trata de Monk). Tener que decir que esos mandamientos que Coltrane se inventa te los crees a pies juntillas y lo mismo da que diga que su amor es supreme o que te cuente cuáles son sus cosas favoritas (eso sí, le puede llevar cuarenta y cinco minutos. Forma parte de sus mandamientos).

Tener que decirle a quien nunca escuchó (bien) a John Coltrane lo que significa John Coltrane y no saber explicarlo, ni bien ni mal, porque a mí nadie me explicó a John Coltrane. Tener que decir “escucha a John Coltrane” (en el 98 John Lurie al final del concierto aceptaba peticiones del público. Alguien le gritó “play John Coltrane”). Tener que decir “aguanta con el Interstellar space”. Tener que decir que John Coltrane se murió en mitad de la misa. Tener que seguir escuchando a John Coltrane para seguir comprendiendo lo que significa su saxo. Tener que llorar en mitad de sus solos. Tener que soñar que tocas sus solos. Tener que maldecir el día que se murió John Coltrane.

Te salen muchos más “tener que” si piensas qué decirle a quien no sabe (bien) qué supone ser Coltrane.
Jupiter by John Coltrane on Grooveshark

2 comentarios:

Nico dijo...

...la música de Trane es infinita.

josé miguel dijo...

Buena frase, Nico. Resume bien lo que Coltrane quería conseguir.

Un saludo.